El amor en sus diferentes acepciones ha sido un tema recurrente de inspiración en todas las formas del arte, en varios casos funge como motor porque empuja a expresarse o crear y también es motivo ya que permite mostrar la complejidad del sentimiento y sus múltiples realizaciones, en el arte no sólo vemos a humanos afectados por la fuerza del amor, también a dioses y criaturas mitológicas demostrando su papel protagónico en el arco de las emociones.
En la música, la poesía, la pintura, el cine, la literatura, la danza podemos encontrar numerosos ejemplos de amor pasional, familiar, carnal, desamor, desilusión, amor a los objetos y un largo etcétera. En este listado de obras sobre el amor y en pleno San Valentín, te compartimos algunos trabajos gráficos que buscaron explicar las sensaciones, ilusiones y desaires que el amor produce en todos y todas.
Obras de arte para recordar este Día del amor y la amistad
Foto: Cortesía
El beso, Constantin Brâncuși
Una obra escultórica que el autor concebía como un bloque parece estar poco trabajada o tallada e incluso da un aire primitivo; sin embargo, la creación casi simétrica de ambas figuras hace prácticamente imposible distinguir las diferencias entre los personajes recordándonos también que el amor no tiene referentes sociales o sexuales, y el beso se transforma en una semblanza a cómo dos personas buscan mediante un acto cotidiano fundirse en una sola.
Cementerio de Montparnasse
Foto: Cortesía
Psique contempla el amor, Auguste Rodin
Estoy seguro de que, aunque no hayas escuchado el mito de Eros y Psique, sí conoces su historia. Se trata de una relación obstaculizada en el inicio por los chismes y la envidia de los familiares hacia los enamorados que eventualmente es superada una vez se disipan los malentendidos. Dicha historia esconde otro significado porque las traducciones de los nombres de nuestros protagonistas se pueden entender como el amor y el alma, es decir que estas dos son las sustancias esenciales y motoras de nuestra existencia.
Museo SoumayaPUBLICIDAD
Foto: Cortesía
El abrazo (pareja de enamorados II), Egon Schiele
Uno de los casos donde el tema del amor marcó un antes y después en las obras del artista, algunos expertos coinciden que en esta pieza el autor se aleja de sus temáticas eróticas usuales para entregarse a una imagen más tierna y sentimental. Se dice que es un autorretrato de Schiele con su esposa Edith donde refleja su profundo aprecio por ella, esto por la posición y dependencia que demuestra en su postura.
Galería Belvedere de Viena
Foto: Cortesía
La novia del viento, Oskar Kokoschka
En el extremo opuesto a la pieza anterior tenemos la obra de Kokoschka que, si bien sus datos biográficos nos ayudan a conocer los detalles de esta relación, los colores fríos, la postura de los personajes y sus rostros al medio de la tormenta, nos sugieren una relación tortuosa llena de celos, peleas y fricciones. Esto recuerda que el amor no siempre cae en el ámbito de lo bello y lo disfrutable, también en la pasión, la posesión y la retención.
Museo de Arte de BasileaPUBLICIDAD
Foto: Cortesía
El gran vals, Camille Claudel
El baile y el amor son rituales unidos tanto en la cultura como en la naturaleza. Además de los humanos, hay distintas especies que atraen a su posible pareja a través de la danza. En esta obra te invito a que ejercites tu interpretación pues admite muchos análisis, para algunos es una pieza romántica de dos personajes maravillosamente tallados que se sostienen el uno al otro de todas las maneras posibles, para otros una escena confusa y fría donde los bailarines no se miran el uno al otro e incluso parecen querer alejarse. Podría decirse también que esta doble interpretación reflejaba la complicada pero romántica y amorosa relación que tenía la autora con Rodín, las relaciones no siempre son una sola cosa.
Museo Soumaya
Foto: Cortesía
Las dos amigas, Louis-jean-françois lagrenée
¡Ya no hay valores! es muchas veces el dicho homofóbico que se les escucha a personas ignorantes y asustadas que culpan a la modernidad de libertinaje, pero como nos demuestra esta obra, ese dicho no tiene nada de veracidad histórica. El amor y el placer fueron perseguidos, pero nunca fueron inexistentes. Es cierto que en Francia durante el siglo XVIII se popularizaron las imágenes hedonistas o de placeres sexuales para la clase noble, pero es gracias a estas imágenes a las modelos y los artistas que el amor se fue democratizando.
Colección particularPUBLICIDAD
Foto: Cortesía
Off, Edmund Blair Leighton
Otro de los posibles desenlaces del amor es que se quede en el ámbito platónico y utópico. Exponer nuestros sentimientos puede ser una situación vulnerable para unos e indeseable para otros. En esta obra de Blair mira una escena poderosa pocas veces ilustrada en la historia del arte, el desprecio de un pretendiente. Lo que más destaca de la composición es la mujer, quien generalmente tiene un rol secundario en el arte, pero en esta obra es protagónica, poderosa y distante.
Galería de arte de Manchester
Foto: Cortesía Museo Frida Kahlo Casa Azul
Autorretrato como Tehuana, Frida Kahlo
En mis listas como de costumbre no podía faltar Kahlo, quien se representa así misma como una Tehuana, mujeres catalogadas como fuertes e independientes, pero Kahlo muestra una ambivalencia porque no puede olvidar Rivera, a quien coloca al centro de su frente. Esta contradicción da una imagen de cómo una persona puede tener el corazón roto y aun así ser fuerte e independiente. El amor no solamente es la experiencia feliz en pareja. El proceso del amor incluye la superación y la autovaloración.
Museo Frida Kahlo Casa AzulPUBLICIDAD
Foto: Cortesía
Policías besándose, Banksy
La imagen del artista anónimo Bansky nos da un gran ejemplo del amor como provocación. Aunque no se saben las intenciones del autor en su obra (como casi siempre sucede), que fue vandalizada y después removida, me recuerda que aun hay campo de esparcimiento para las ideas sobre el amor. Para algunos significa una burla contra la autoridad británica, y para otros entre los que me cuento, es una obra de arte revolucionaria que tiene como objetivo normalizar y cultivar una mayor aceptación social de la homosexualidad.
Foto: Cortesía
Amantes perfectos (Sin título), Félix González Torres
Si bien a primera vista parece una obra simple, pues son sólo dos relojes de pared convencionales, la obra habla del luto, el amor y el tiempo. Ambos relojes fueron puestos a la hora del deceso de la pareja del artista, Ross Laycock.
Mientras la batería se consume y como es natural, los dos relojes se van desincronizando, ampliando la distancia que les separa. Un tierno y cursi recordatorio de cómo funciona el tiempo del amor, aunque inicia sincronizado no siempre termina igual, ¿no te despierta el deseo de aprovechar al máximo el tiempo con tus seres amados?